Desde 2019 que deje la banca de concejal no había asistido a una apertura de sesiones del concejo deliberante. La verdad es que además dé ser un discurso chato , lleno de promesas vacías ( y muy repetidas por cierto) , muy sobre actuado .
Escuché a un Intendente hablar como si en realidad se tratara de un paracaidista búlgaro y no alguien que hace casi 11 años está en la gestión de la Ciudad . Aunque hay algunas perlas en ese acto que merecen la atención, la primera fue que luego de varios años un grupo de vecinos se organizó para visibilizar, en el acto protocolar más importante del año, la repetida problemática de la falta de agua en los Arroyos de Alta Gracia.
Se sabía en los pasillos Municipales que habría una concentración para protestar por la penosa situación del Primer Paredón …¿y cuál fue la respuesta de Intentendente? convocar a la barra brava de la filial local de un club de fútbol con el claro objetivo de intimidar la protesta, tal como sucedió en la sede del PJ local (el día del festejo de la reelección de Schiaretti ) que paso a la posteridad por la bofetada que le propinaron al Asesor del Gobierno Hugo Testa.
Pero en realidad lo que más me preocupa es como se refieren el Intendente y algún miembro del Concejo Deliberante, a la actual Concejal Amalia Vagni , sistemáticamente intentan menospreciar su trabajo (que ha sido muy importante tanto en Alta Gracia como en la Legislatura de Córdoba) sin fijarse en sus propias actividades ambos el Intendente y el Concejal viven del Estado hace muchos años, y la verdad es que no conozco en que rama de la actividad privada han triunfando como para referirse de ese modo a otra persona.
Intendente, en lugar de mirar la paja en el ojo ajeno dedíquese a sacar la viga del ojo propio y también a controlar mejor la Lucio Rossi que muy probablemente se vuelva a HUNDIR .
