Como sociedad, hay mucho que aprender en materia de inclusión. Sobre todo si de adoptar nuevas formas de comunicación se trata. Cremolatti, la nueva heladería de Alta Gracia ubicada en la esquina de Belgrano y Urquiza, cuenta con una carta braille para quienes tienen discapacidad visual y utilicen este medio de comunicación. La creadora de la carta es Sofía Aldet, una joven profesora universitaria en Educación Especial especializada en personas con discapacidad visual, ceguera y baja visión.
Aldet desarrolla estas cartas desde su proyecto «Punto Braille». En diálogo con Radio Vibra, la profesora contó que esta acción «da cuenta de lo que el comercio tiene presente». Además, explicó que «cuando más uno informa o concientiza más inclusivos somos como sociedad». Según Sofía, los comercios y emprendimientos locales están interesados en emplear este método.
Las cartas
Están hechas de contact grueso y plastificadas en frío. El grosor del material permite que los puntos de braille duren en el tiempo sin desgastarse.
Luciano, dueño de Cremolatti, también dialogó con Radio Vibra acerca de la iniciativa que tuvieron en su heladería: «No lo sentimos como algo normal sino como un orgullo. Nos hablaron de Sofía cuando arribamos a Alta Gracia, nos contactamos con ella y nos ofreció la carta de braille. Nos pareció fundamental». El empresario también contó que quieren incorporar la carta para personas con autismo, la cual cuenta con pictogramas. «Para nosotros estamos en tiempos en donde creemos que es fundamental el tema de la inclusión» añadió.
Sin embargo, Luciano dijo que tiene «una sola deuda con la sociedad de Alta Gracia: una rampa». Es que el local en el que está ubicado Cremolatti es patrimonial y al ingreso hay un escalón hecho de una piedra que no puede ser modificada. «Estamos buscando la solución, ya presentamos un proyecto junto al Municipio para lograrlo» comentó.
Cremolatti también tiene una empleada que se comunica a través de lengua de señas, gustos veganos y para celíacos. La estructura del baño es la reglamentaria para que ingrese una silla de ruedas y el inodoro también está adaptado para personas con discapacidad.
«Lo mínimo que podemos hacer mediante pequeños actos es incluir a todas las personas que quieran venir a disfrutar de los helados Cremolatti» finalizó Luciano, en diálogo con Radio Vibra.