El pasado sábado vecinos y vecinas autoconvocados de barrio Valle de Alta Gracia, o como se lo conoce popularmente, La Marianita, se reunieron con el Intendente Ramón Zalazar para pedir la concreción de la obra de agua. Este pedido por parte de los vecinos data del 2016, con notas y reclamos presentados en el Municipio.
En aquel año funcionarios del gobierno de Zalazar les habían acercado a los vecinos dos posibles proyectos para que el agua potable llegara al barrio. Estos funcionarios aseguraron que no pasaría más de un año sin que esta obra se concretara, pero transcurrió un año y medio y la promesa no se cumplió. En 2018, según aclararon los vecinos antes de las elecciones municipales, los funcionarios les expresaron que comenzaría la obra para colocar una cisterna. Dichos trabajos comenzaron pero tras las elecciones -y la victoria de Zalazar- la obra se paró y nunca se terminó. Ya en 2019, en una reunión en la plaza del barrio los vecinos expusieron al Intendente la necesidad de que llegue el agua potable a ese sector de la ciudad. Zalazar firmó una nota en donde se comprometía a hacerlo, pero también incumplió. Luego de eso la pandemia atravesó al mundo, postergando reuniones y reclamos entre los vecinos y el municipio, y por supuesto la obra de agua potable.

Ya cansados de ser ignorados por el gobierno de turno que lleva 28 años en el poder, los vecinos se organizaron sin el centro vecinal y presentaron una nueva nota que derivó en la reunión del sábado antes mencionada. Con un tono autoritario, Zalazar apuntaba a algunos vecinos presentes por ser afines a un partido político o por tener familiares que tengan otras líneas políticas. Aparte de eso, prometió que en dos meses la obra estaría terminada.
Tras la reunión, vecinas hablaron con Radio Vibra. «Fue difícil mantener el diálogo con Zalazar. En un punto se llegó a personalizar mucho y no pudimos leer la nota que expresaba el reclamo por el agua, que fue firmada por unos 50 vecinos del barrio. No fue justo que se centralice en algunas personas por sus dichos cuando el reclamo es legítimo y no queríamos gritar ni ponernos violentos» dijeron. «Nuestra función va a ser seguir juntándonos, seguir reclamando y esperar a que en 2 meses y 10 días como nos dijeron la obra esté. La única certeza que tenemos es que hay que seguir luchando porque los derechos se consiguen colectivamente» agregaron.