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Denunciaron al jefe comunal del Valle de Anisacate por violencia de género: el relato de la víctima

«Merlo me manipuló, me hacía seguir y me obligó a inyectarme para abortar. Como no funcionó, nunca reconoció a mi hija» contó a Radio Vibra Soledad González que es secretaria administrativa desde 2001. La investigación recayó sobre la Fiscalía de Alta Gracia y ya hubo audiencias.

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Una denuncia por violencia de género pesa sobre el jefe comunal de Valle de Anisacate, Jorge Merlo. La Fiscalía a cargo de Peralta Ottonello está investigando todo lo que expuso a la justicia María Soledad González (40), que se desempeña como secretaria administrativa pero que actualmente tiene licencia psiquiátrica. «Estoy bajo tratamiento hace tiempo porque he tenido que soportar un montón de cosas durante todos estos años» comenzó diciendo la mujer a Radio Vibra.

Soledad González explicó a nuestro que medio que trabaja en la comuna desde sus 19 años. La mujer debió ponerse al hombro a su familia, después de atravesar situaciones de violencia familiar por parte de su padre hacia ella, su madre y sus hermanos. «Primero trabajé en la comuna de Anisacate por medio de una beca y a mis 18 años comencé a trabajar en la comuna del Valle de Anisacate. Me sumé al Registro Civil en diciembre del 2001, tras haber sido entrevistada por Jorge Merlo, que era jefe comunal desde 1999″ relató González.

Posteriormente Soledad comenzó a desempeñarse en otras áreas: «empecé a hacer órdenes de pago, también hacía de secretaria, escribía notas para los abogados, hacía las comunicaciones para los vecinos, hacía los folletos para las elecciones, colaboraba con los jueces de paz, hacía de todo». Según explicó, es «muy común» en las comunas que contraten personal para desempeñar una actividad y terminen haciendo muchas más.

Soledad González aseguró que Jorge Merlo la manipuló por su corta edad, su necesidad de tener un trabajo estable y su falta de madurez. «Comencé a tener una relación extramatrimonial con él porque temía por mi trabajo y por mi vida, porque siempre tenía un arma encima. Merlo me hacía seguir y me había dado un teléfono al que no podía dejar de contestar porque él tenía que saber qué estaba haciendo yo todo el tiempo». 

«En 2003, producto de esta relación que no podía cortar, quedé embarazada de mi primera hija» detalló González. Según relató, se lo comunicó «de inmediato» a Merlo, que nunca la reconoció, a pesar de que la relación era pública, sobre todo dentro de la comuna. «Jorge Merlo me pidió que aborte, pero yo no quería. Un día llegó a mi casa con una inyección para que me aplique. Por el miedo de que me hiciera algo me la apliqué en una pierna. Estuve dos meses con pérdidas pero no funcionó y la pierna estuvo adormecida sin sensibilidad hasta después del nacimiento. Hasta el día de hoy no sé que me inyecté». Desde ese entonces, comenzó «un calvario» para Soledad. El embarazo para ella fue «una tortura» porque Merlo quería continuar con la relación. «Siempre seguí porque él me manipulaba diciéndome cosas como a dónde iba a ir a buscar trabajo embarazada» comentó.

El día del nacimiento de su hija, Soledad fue llevada a la Clínica Central de Alta Gracia por Jorge Merlo, después de insistirle que la regresara de una jornada laboral en Santa Rosa de Calamuchita. «Nadie sabía que yo estaba internada. Merlo se los dijo a mis compañeras al otro día y una de ellas le avisó a mi mamá porque con el teléfono que tenía solo podía comunicarme con él». Soledad relató que inscribió a su hija con su apellido porque Merlo no la reconoció y la menor necesitaba una obra social debido a que había nacido prematura y estaba bajo tratamientos médicos. Con los años el actual marido de Soledad, que crió a la bebé desde que tiene 7 meses, le dio su apellido.

La relación sentimental con Jorge Merlo terminó con el nacimiento de la niña. «Mi hija, que hoy tiene 17 años, sabe que su papá es Jorge Merlo y me pregunta por qué dejé pasar tanto tiempo para hablar porque yo era una esclava, simple y llanamente». Soledad afirmó que tras su denuncia por violencia de género contra Merlo también inició el juicio de filiación para que su hija tenga los mismos derechos que los otros 5 hijos del jefe comunal.

Hasta el momento ya se llevaron adelante audiencias. «Sé que Merlo y su abogado, que es el asesor letrado de la comuna, dijeron que me pidieron la renuncia pero no me notificaron de nada y yo no renunciaría porque yo he cumplido todas mis tareas y obligaciones, y lo pueden decir los vecinos que es a quienes me debo porque soy servidora pública».

Por el momento, Soledad González cuenta con una restricción por 6 meses contra Jorge Merlo y tiene un botón antipánico en su poder, además de la ya mencionada licencia psiquiátrica. «Yo quiero ser la voz por lo menos de las que no pueden hablar y aún sigue sufriendo violencia dentro de la comuna, porque sé que hay más casos pero por miedo no van a denunciar» cerró Soledad.

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